Calle León y Castillo
La encontramos en Puerto del Rosario, en Gran Tarajal
y en Tuineje, en lo que respecta a Fuerteventura, pero también está presente,
entre otros lugares, en Las Palmas, Agaete, Firgas, Arucas, Ingenio, Telde, Valleseco
y Valsequillo (Gran Canaria), en Arrecife y Teguise (Lanzarote) y un largo
etcétera.
La familia León y Castillo, originaria de Telde,
cuenta con un museo en el conjunto histórico de San Juan de su ciudad natal. Es
un edificio típico canario que rinde homenaje a dos de sus figuras más
destacadas: Fernando León y Castillo, primer marqués del Muni, y su hermano Juan
León y Castillo, ingeniero artífice de diversas construcciones emblemáticas que
salpican las islas.
Fernando (1842-1918), distinguido a título póstumo en
1992 como Hijo Predilecto de la Isla de Gran Canaria, fue un insigne político y
diplomático, de talente liberal y miembro de la Real Academia de Ciencias
Morales y Políticas. Tras estudiar Derecho en Madrid fue gobernador civil de
Granada y Valencia, elegido diputado a Cortes por Gran Canaria y más tarde
senador por toda la provincia. Desempeñó también el cargo de ministro de
Ultramar (1881-1883) y promovió diversas obras de vital importancia, como el
Puerto de la Luz de las Palmas de Gran Canaria o el faro de Maspalomas, en las
que participó de manera relevante su hermano Juan.
Los canarios le debían también la creación de los
primeros correos interinsulares, también llamados “correíllos”, pequeños barcos
de vapor que conectaban entre sí las islas canarias y fueron fundamentales
tanto para el transporte de personas como el de mercancías.
Pero si importante fue su labor política, diplomática
y administrativa, no le quedó a la zaga su hermano mayor, Juan León y Castillo
(1834-1912), quien estudió en Madrid en la Escuela de Ingenieros de Caminos,
Canales y Puertos. De regreso al archipiélago en 1858, trabajó a las órdenes de
Clavijo y Pou, por entonces ingeniero jefe.
Formó parte también del Partido Liberal, como su
hermano, y ambos se embarcaron en el proyecto del Puerto de la Luz, aprobado en
1862 siendo Fernando ministro de Ultramar durante el gobierno de Sagasta.
Entre sus obras más emblemáticas, se pueden destacar
el lazareto de Gando (concebido en principio como hospital para el control de
epidemias, aunque no llegó a utilizarse para este fin), varios faros costeros (destaca
de forma especial el de Maspalomas) e importantes infraestructuras viarias que
contribuyeron a conectar la isla de Gran Canaria de manera eficiente.
En Fuerteventura podemos recordarle por el Faro de
Punta Martiño, en la isla de Lobos. Comenzó a construirse en 1860 bajo un diseño
suyo y tras arduas labores de construcción se iluminó por primera vez el 30 de
julio de 1865, alimentado para la ocasión con aceite de oliva y con un alcance
de 9 millas náuticas.
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